LOS CONTAMINANTES DE LAS CAFO AMENAZAN LA SALUD PÚBLICA

Es inquietante que el programa gubernamental encargado de controlar las  toxinas  en la  carne y las aves de corral  no esté haciendo su trabajo, al menos no bajo un alto estándar.

Como se sabe, las  Operaciones Concentradas de Alimentación Animal  ( CAFOs  por sus siglas en inglés ) son una importante fuente de contaminación que amenaza la salud pública.  De acuerdo con el  Consejo para la Defensa de Recursos Naturales  ( NRDC  por sus siglas en inglés ) :

» En la mayoría de las granjas industriales, los animales se amontonan en áreas relativamente pequeñas;  su estiércol y su orina terminan en enormes lagunas de desechos.  Con frecuencia, estas fosas sépticas se rompen, tienen filtraciones o se desbordan, enviando así a los suministros de agua peligrosos microorganismos, contaminación por nitratos y bacterias resistentes a los medicamentos.

Asimismo, las lagunas de las granjas industriales emiten gases tóxicos como el amoniaco, sulfuro de hidrógeno y metano.  Por si fuera poco, las granjas suelen rociar el estiércol sobre la tierra, aparentemente como fertilizante  ( estos campos de aspersión llevan a nuestro aire y agua todavía más d estas sustancias nocivas).   

Sin embargo, a pesar de las enormes cantidades de desechos de animales que se producen, en gran medida las granjas industriales no cumplen las regulaciones de contaminación, los resquicios de la Ley y su deficiente aplicación son los responsables.»

Por ejemplo, las  » lagunas » de las  CAFO,  pueden abarcar  7 acres y contener hasta 45 millones de galones de aguas residuales.  Los desperdicios se desechan o se desaguan en las lagunas, y aunque se supone que deben estar selladas del medio ambiente circundante, con frecuencia se producen fugas, rupturas y desbordamientos.

Incluso si los residuos se mantienen contenidos, estos liberan gases tóxicos que dañan a los habitantes y trabajadores del área. Mientras tanto, el estiércol puede ser bombeado fuera de las lagunas y rociado en los campos.

El estiércol de animales sanos y criados en la naturaleza puede ser una buena fuente de fertilizante, pero estos  » campos de aspersión » suelen estar saturados con fertilizantes repletos de productos químicos, como una manera para que las  CAFO   se deshagan de ellos.  Los desechos tóxicos se escapan de los campos y contaminan los ríos y arroyos de la zona.

Dr. MERCOLA

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